A partir a partir de ese 22 de enero del 2010 Bolivia dejaba de ser República para constituirse en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional, comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural y con autonomías, como lo establece el artículo 1ero de la Nueva Carta Magna.
Dando ejemplo de este cambio profundo de la otra Bolivia Posible que propusimos las mujeres en diferentes encuentros sociales alternativos, el presidente el Estado Plurinacional boliviano no juro por Dios sino por los próceres de la liberación, por los que dieron la vida por la patria, por el pueblo boliviano y la igualdad de todos los seres.
Gigantescos retratos de los líderes indígenas Tupak Katari y Bartolina Sisa fueron colocados junto a los retratos de Simón Bolívar y Antonio José de Sucre, la whipala paso a flamear como segunda bandera al lado de la tricolor boliviana en la fachada del Palacio Quemado, la antigua banda y medallas presidenciales calificadas como símbolos de la República liberal fueron trasladadas a la bóveda del Banco Central y se las reemplazo con nuevos diseños andinos.
Este estado Plurinacional unitario social de derecho plurinacional que el pasado 22 de enero cumplió 3 años tiene un avance por demás evidente: la reivindicación, la dignidad, la autoestima de los sectores sociales eternamente excluidos como pueblos indígenas, mujeres, campesinos/as y diversos movimientos sociales, quiénes con mucha dignidad festejaron al nacimiento del Estado Plurinacional en plena plaza 24 de septiembre e hicieron flamear la whipala junto a nuestra bandera nacional y cruceña….acción impensable tiempos atrás.
Aunque estos cambios a nivel económico no se sienten todavía en nuestra mesa diaria, los actores/as sociales despojadas de nuestros derechos por los partidos sistémicos capitalistas y neoliberales nos damos cuenta que sí existimos y sin temor sentamos nuestra presencia con toda nuestra identidad, cosmovisiones, costumbres haciendo prevalecer nuestras autonomías conquistadas con mucho esfuerzo, eso sí sin dejar de reconocer que falta mucho por recorrer, que los errores deben reconocerse y corregirse si queremos seguir construyendo un Estado Plurinacional incluyente, solidario, equitativo, soberano, digno donde hombres y mujeres ejerzamos nuestro derecho al “buen vivir”.
Para esto tendremos que despojarnos de intereses personales, de poder y poner a disposición de nuestro Estado Plurinacional, que el pasado 22 de enero cumplió 3 años de nacimiento, toda nuestra predisposición de diálogo, escucha y voluntad de compromiso.
Catalina Rodríguez Zeballos