129 obreras textiles mueren quemadas dentro de su lugar de trabajo. Las puertas  de la fábrica de la textil Cotton han sido cerradas por sus dueños. En su interior 129 obreras se convertían en antorchas humanas  por el sólo hecho de denunciar malos tratos, condiciones insalubres, inseguridad laboral, bajos salarios de la que eran víctimas de parte de sus patrones.

En la puerta de la fábrica donde estas obreras  habían decidido  iniciar una huelga de brazos caídos se leía un cartel que decía  “Estamos en  huelga de hambre por un trato más humano”.

Afuera el frío era intenso, pero esto no impedía que obreros y mujeres de otros sindicatos apoyaran la huelga con marchas, mitines y a través de altoparlantes convocaban al pueblo a plegarse a la huelga que  realizaban las mujeres exigiendo condiciones de laborales más humanas.

La preocupación de los empresarios de Cotton crecía a cada instante por la connotación que podía alcanzar el movimiento de mujeres que ya empezaba a ganar las calles de Nueva York y especialmente en el frontis de la fábrica.

De pronto se escucharon gritos de dolor, pedidos de auxilio… ¡ardía Cotton! en el mismo lugar donde las mujeres se encontraban en huelga de brazos caídos, todo intento de abrir las puertas de la fábrica fueron en vano, pues curiosamente estas se encontraban herméticamente cerradas. “Fue un accidente”, manifestaron los propietarios satisfechos de haber logrado su objetivo: Evitar que el movimiento huelguístico crezca, tome contacto con otros movimientos, sindicatos, feministas, sufragistas, que crecía cada día apoyando este movimiento de mujeres.

COPENHAGUE, DINAMARCA 1910

Época en que se fortalecen y consolidan los movimientos de mujeres que fortalecen su lucha contra el sistema patriarcal generador de las desigualdades, discriminación, violencia y el  individualismo.

En este contexto se realiza la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague y es en esta conferencia a pedido de la Feminista Clara Zetkin se aprueba una resolución donde se establece que cada 8 de marzo, como el Día Internacional de la mujer perpetuando de esta manera la lucha de las 129 obreras que fueron quemadas vivas por defender sus derechos.

Desafíos

Cuando intentaba realizar un resumen de todo el trabajo y la lucha el avance de los derechos de las mujeres, especialmente en nuestro país, después del 8 de marzo 1909, recuperando la expresión de Eduardo Galeano que dice: “Recordar el pasado para proyectar el futuro porque la hierba seca incendiará la hierba mojada”, nos llegó  la fatídica  noticia que nos llegó hasta lo más  profundo de nuestro corazón:  la muerte del Comandante Hugo Chávez Frías, que como las 129 obreras que murieron calcinadas, denunció y luchó contra el sistema capitalista, contra el imperialismo, reivindicó los derechos de los humildes, reivindicó la soberanía de su pueblo y los países latinoamericanos brindándoles todo su apoyo solidario.

“América Latina llora la muerte de su líder”, titulan algunos medios de comunicación que buscó la unidad de Latinoamérica, con la consolidación de la UNASUR y  el ALBA.

Con un nudo en la garganta sólo me atrevo a escribir para terminar esta nota que mejor homenaje a las 129 obreras y a todas las mujeres del mundo, mujeres latinoamericanas y del Caribe, mujeres del Estado Plurinacional boliviano es mantener la unidad, como decía el comandante Chávez, para consolidar la Revolución Bolivariana, que también es nuestra  revolución.

Al  Comandante que reiteradas ocasiones manifestó Que no socialismo sin feminismo, le decimos ¡hasta siempre comandante! La Revolución bolivariana, también nos pertenece y los cambios que se iniciaron los defenderemos, los lucharemos en cada encuentro, en cada taller, en cada movilización, en cada marcha.

Catalina Rodríguez Z., Colectivo Rebeldía